1.2.1

Meditás unos pocos segundos. No parece uno de esos mensajes extorsivos de los que hablan los noticieros. Mirás para atrás; la puerta del baño no está a la vista y no recordás haber reparado en ella cuando subiste al micro.

Quien sos?

La frase “Enviando mensaje” aparece en la pantalla, segundos antes de que se quede en blanco. Tocás todos los botones con desesperación.

La puta madreeeee no me puede pasar esto acáaaaa.

El viejo de al lado se mueve en el asiento y decidís dejar de insultar en voz alta: lo único que te falta es que vea en este percance un nuevo pretexto para hacerse el caballero y tratar de ayudarte.



Tragate la bronca e intentá todo para tratar de reanimar el celular.