4bisbis

Tu primer impulso es salir corriendo. Apenas atinás a agarrar el bolso cuando te invade un olor a putrefacción proveniente del baño. Necesitás salir de la habitación pero, al mismo tiempo, no podés con la curiosidad.

Seguramente sea algo pudriéndose en el tacho de basura, pensás, pero cuando te acercás te llama la atención que la bañadera esté llena. Prendés la luz y alcanzás a ver en el espejo empañado el gesto de repulsión que te produce el agua amarillenta, en la que flotan miles de partículas de mugre y una centena de gordas, gelatinosas, rechonchas e hinchadas sanguijuelas.



Descomponete por acá.